Hoy hemos disfrutado de un día completamente motero. Nos hemos hecho 520 kilómetros en todo el día. Desde las 9 de la mañana hasta las 0:30 del día siguiente Hemos salido de Meco Juanjo, Luis y yo, dispuestos a conquistar La Laguna Negra. Primero hemos cogido la carretera con dirección a Jadraque por la CM-1008. Después, a la altura de Yunquera de Henares, enganchamos con la carretera CM-101. En el tramo de Fuencemillán a Jadraque, la carretera está muy parcheada. Aunque se puede ir bien. Pero tiene tramos con muchos baches. Seguimos por la misma carretera CM-101 hasta Atienza. Este pueblo bien merece una parada. Estuvimos en la plaza del ayuntamiento para descansar y reponer fuerzas. Ya iban 111 kilómetros. Continuamos por la CM-101 en dirección a Almazán. Ya estamos en la provincia de Soria. Esta carretera se convierte en la CL-101 a partir de la localidad de Paredes de Sigüenza. La carretera hasta este punto es buena. Los paisajes son típicos castellanos. Hay algunos tramos de rectas laargas y campos de cultivo. Llanuras extensas. Desde Almazan cogemos la autovía A-15, que nos lleva a Soria. Cuando llegamos a Soria, cogemos la circunvalación SO-20 hacia el oeste para poder coger la carretera N-234 que es la que nos lleva a Vinuesa y La Laguna Negra. Llegamos a Cidones y nos desviamos por la carretera SO-820. Esta carretera se va viendo que tiene algo especial. El entorno se vuelve cada vez más espectacular. Hasta que, por fin, llegas a la central eléctrica. Es magnífico. Llegamos a Vinuesa y comemos en el restaurante Virginia. La comida muy buena. Las patatas con Níscalos merecen la pena. Es un plato que está muy rico. El gazpacho no tanto. Comemos y nos damos una vuelta por el pueblo. Es muy pintoresco. Llegamos a la plaza de Juan Carlos I y entramos en su Iglesia de Nuestra Señora del Pino. Es del siglo XVI, tiene años y el interior es típico de las iglesias antiguas. Con ese olor a madera vieja y el frescor que te da su interior. Después nos disponemos a subir a La Laguna Negra. Cogemos las motos y subimos. Este trazado es muy rutero. Curvas chulas aunque no muy abiertas y paisaje digno de ver. Llegamos al aparcamiento. Para las motos son 2€. Te dan la entrada y un mapa de la zona. Está bien. Todavía quedan unos 2 kilómetros y medio que no te dejan ir en tu vehículo. Hay un autobús que sube y baja constantemente y por 1,50€ te hace el trayecto. Cuando llegamos está subiendo la gente al autobús. Pero cuando terminamos de aparcar y colocar cosas, el autobús ya se ha ido. Nos disponemos a esperar al siguiente, que nos dicen que sale en media hora. Bueno, son casi las 17:00h y no hay mucho tiempo, así es que decidimos subir andando. Antes de eso, el personal del parking, nos invita a dejarles los cascos y las chaquetas. Muy amables, por su parte, la verdad. Lo dejamos todo allí, y subimos andando con una botella de agua, esos sí. Hay un camino que va bordeando el río. Pero vamos por la carretera. La verdad es que no se hace duro. No es largo. Es todo cuesta arriba. La Laguna Negra, merece la pena. Es un gran lago como metido en una cacerola. Tiene paredes alrededor que, además, parece ser que hay gente que sube por ellas. Hay una pasarela alrededor de la laguna que hace de mirador. Se accede muy fácilmente y se puede observar toda la laguna en su magnitud desde distintos punto. Cuando llegas al final de la pasarela, hay como una especie de playita donde se pueden observar las truchas alevines. Es todo muy chulo. Bueno, bajamos ya al aparcamiento porque nos han dicho que si no estamos allí antes de las 19:00h, nos venden los cascos y las chaquetas porque ellos se van. Bueno, es broma, por supuesto. Pero tenemos que estar antes de esa hora. Cogemos los bártulos y emprendemos el viaje de vuelta a Meco. Salimos de La Laguna Negra, llegamos a la carretera de Vinuesa. Se nos ha hecho tarde. Teníamos previsto ir por El Burgo de Osma y Ayllón, pero se tarda más. Entonces decidimos volver por Soria. Hacer el mismo camino de vuelta. Cogemos la carretera en esa dirección. Pero empieza a llover. Nos sorprende. Aunque no a Juanjo que ya dijo unas horas antes de que el cielo no estaba bien. Había manchas grises que inclinaban a pensar que la lluvia está por venir. Llueve cada vez más hasta que llegamos a sentir golpes como si fuera granizo pequeño. Paramos en Cidones. ¿Qué hacemos? pues Juanjo tiene una aplicación donde se ve la lluvia que está cayendo en el momento. Parece que Soria es quien tiene la lluvia encima. Decidimos no ir por allí para evitar la tormenta. Lo mejor es ir por la N-234 en dirección a la A-1, la carretera de Madrid a Burgos. Al final, mira por dónde, sí vamos a volver por Ayllón y Riaza. Atravesamos el Parque Natural Cañon del Río Lobos. El cielo estaba encapotado. el solo se veía atravesando por las nubes, aunque molestaba lo suficiente, ya que estaba cayendo. Esta carretera era la SO-P-5004, tenía tramos malos. El primer tramos, donde se atraviesa el parque, parecía la carretera nueva. El asfalto oscuro y las líneas recién pintadas. Sin embargo, la carretera describía ondulaciones algo molestas para rodar por ella. Así fuimos unos kilómetros, alrededor de 11, si no recuerdo mal. Después la carretera, a pesar de no parecer tan nueva, era más lisa y se rodaba mejor. Así pasamos San Esteban De Gormáz. A partir de aquí se coge la carretera N-110 y se va muy bien. Pasamos Ayllón y Riaza. La verdad es que la ruta de vuelta me ha gustado mucho más que la ruta de ida. La llegada a Ayllón, descubre unos parajes increíbles que son dignos de ver. Teníamos prisa por llegar a la A-1, ya que se nos estaba haciendo de noche y no teníamos ganas de ir por carretera de doble sentido, en moto y de noche. Entonces, enfilamos sin parar hasta llegar a la A-1. Eran ya las 10 de la noche. Teníamos hambre y estábamos cansados. Necesitábamos parar en cuanto llegáramos a la A-1. Paramos donde casi siempre se para en esta carretera antes de llegar a Madrid. En la Estación de Servicio de Somosierra. Echamos gasolina para no tener problemas y comimos unos bocatas: calamares, lomo-queso y sandwich mixto. Muy rico. Y por fin, ya de noche, enfilamos los últimos kilómetros a base de autovía. A-1 hasta la M-50 a la altura de San Sebastián de los Reyes, después enganchamos con la A-2 y para casa. La conclusión: el día fue fabuloso. Cuando lo pasas con amigos siempre el resultado es bueno. Aunque tengas complicaciones. Al final siempre se pasa bien. Además, hemos visto un sitio bastante singular, para mí, y que merece la pena ver. Tanto la Laguna Negra como todo el entorno, que es precioso.